Por Emmanuel Escalante:SANTO DOMINGO ESTE.– Al parecer, no solo su música genera altas descargas. El popular salsero dominicano Yiyo Sarante fue detenido este lunes tras un allanamiento realizado en su finca, ubicada en el municipio de Guerra, donde las autoridades habrían encontrado una conexión irregular a la red eléctrica de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste).
El operativo fue ejecutado por miembros de la Procuraduría General Adjunta para el Sistema Eléctrico (PGASE), quienes según informes preliminares, actuaron tras una denuncia relacionada con el uso indebido del servicio energético en la propiedad del artista.
Una reacción electrizante
Durante la intervención, Sarante —acostumbrado a encender los escenarios— presuntamente reaccionó con agresividad, lo que obligó a los agentes a conducirlo directamente a las instalaciones de la Procuraduría para fines de investigación y posible sometimiento a la justicia.
“No se ha desconectado solo de la energía, también del silencio. Hasta el momento, ni el artista ni su equipo han ofrecido declaraciones públicas”, comentaron medios locales.
La finca allanada, que supuestamente mantenía una conexión ilegal al sistema, podría ser clave para determinar el grado de responsabilidad del salsero en la presunta infracción contra el sistema eléctrico nacional.
La energía también se paga
El caso está siendo investigado por las autoridades correspondientes, en medio de una oleada de operativos contra los llamados “tumbadores de luz”, una práctica común en muchos sectores... pero menos esperada en figuras públicas del nivel de Sarante.
Aunque no se ha confirmado si se trataba de una conexión directa, alteración de medidor o bypass “creativo”, lo cierto es que esta vez la energía que rodea al intérprete de "Corazón de acero" no vino de los aplausos, sino de una acusación penal en potencia.
¿Finca con tarifa plana?
La finca de Sarante, ubicada en una zona donde el servicio eléctrico es constantemente monitoreado, habría estado conectada de forma irregular, lo que despierta preguntas sobre cómo, durante tanto tiempo, pudo pasar desapercibido. Algunos ya especulan que en el país hay quien canta salsa... pero también el sistema.
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