En un inesperado giro de acontecimientos, Sheila Devil—antes conocido como Camilo Blanes y único heredero de Camilo Sesto—ha vuelto a ocupar los titulares.
Después de meses alejado de la esfera mediática, tras el cierre de sus redes sociales y los rumores de una posible estancia en un centro de desintoxicación, el joven sorprendió al público. En declaraciones a la revista Pronto, afirmó que su madre no es Lourdes Ornelas, como se creía, sino Rocío Dúrcal.La controversia no tardó en intensificarse: según informaron fuentes de TardeAR, durante la madrugada la policía interceptó a la joven de 41 años en posesión de 12 gramos de cocaína. Dado que la normativa permite transportar hasta 7,5 gramos sin tipificarlo como tráfico, la cantidad encontrada ha llevado a que se le impute un delito grave, lo que le obligó a pasar la noche en custodia.
Posteriormente, tras haber sido puesta a disposición judicial y habiendo declarado ante el juzgado—donde se arriesga a enfrentar entre 3 y 6 años de prisión—Sheila Devil regresó a la mansión familiar, situada en la localidad madrileña de Torrelodones. En esta ocasión, estuvo acompañado por su madre, quien tomó cartas en el asunto de inmediato.
Consciente de la gravedad de la situación, la madre del joven, quien a pesar de la confusión en su identidad sigue siendo una figura determinante, se volcó en acciones concretas: contrató a albañiles para emprender reparaciones en una residencia que, según se comenta, mostraba claros signos de deterioro tras el fallecimiento de Camilo Sesto y la llegada del heredero.
La jornada, marcada por tensiones y sorpresas, no concluyó allí. Horas más tarde, ya entrada la noche y tras la partida de la madre—de ella se sabe que regresó a su domicilio dejando a Sheila solo—un repartidor entregó al joven un paquete de dimensiones modestas. Este hecho, aparentemente trivial, confirma que el anteriormente conocido como “Camilín” continúa realizando compras en línea de manera habitual.
Este episodio, cargado de matices y contradicciones, abre un nuevo capítulo en la vida de un heredero cuyo pasado y presente se entrelazan en una narrativa que promete seguir dando de qué hablar.
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